Tomando el Camino Ético
A principios de este mes, un jurado
Federal declaró culpable a Walter Cardín, un profesional de seguridad de “Shaw Group”,
a ocho cargos de fraude por alegadamente falsificar archivos de seguridad. Cardín
enfrenta hasta 10 años en cárcel y hasta un millón de dólares en multas por
cada cargo. (Vea “Former Shaw Group Safety Manager
Convicted of Fraud” y “La. Man
Convicted In TVA Contractor Fraud” para detalles).
Este evento suena como una táctica de
miedo estratégicamente usada por un instructor durante una sección de
adiestramiento para explicar un punto. Suena increíble, demasiado irreal y
pasado de la raya. Esto simplemente no pasa en la vida real, ¿cierto? ¡Erróneo!
Piense en el Futuro
El veredicto en contra de este Gerente
de seguridad sirve como un recordatorio de que nosotros como profesionales de
EHS, lo que escojamos hacer (o no hacer) puede significativamente incrementar o
disminuir la responsabilidad legal personal y organizacional. Esto nos lleva al
punto que vigilar en hacer lo correcto, en todo momento y bajo cualquier
circunstancia; no es una decisión del curso de acción, es más una decisión de
consecuencias en un campo lleno de dilemas éticos.
Las recomendaciones de un profesional de
seguridad son frecuentemente más que meras recomendaciones. Desafortunadamente,
influencias externas (Por ejemplo: presión para mantener las tasas de
incidencias bajas) pueden forzar que algunas de estas recomendaciones se
encierren en “cajas de pandora” que se
abren demasiado tarde. Cuando esto sucede,
se establecen nuevas y arriesgadas normas (no reportar las lesiones) y
su futuro, el de su familia y el de la organización comienza a caer en picada
con el desenlace final del cual ya todos estamos familiarizados.
Para evitar cualquier cosa desde poner
los trabajadores a riesgo como ser encontrados culpables de fraude, cuando reporte o recomiende soluciones es
mejor pensar globalmente más allá de su ubicación y su programa. Piense en el
panorama general fuera de cualquier presión, sean las mismas reales,
implícitas, potenciales o de otra manera percibidas. Cuando evalúe sus
decisiones, considere como se publicarán en la primera plana mañana y anticipe
las posibles consecuencias directas e indirectas para todos los
involucrados. Piense en el futuro,
anticipe.
Haciendo la Pregunta
Correcta
Quizás
“¿Que debo hacer? (o ¿que no debo hacer?) no es la mejor pregunta a
formularse. La mejor pregunta puede ser:
“¿Es esto lo correcto? y si lo es, ¿puedo convencer?” La contestación
inherentemente definirá su futuro y el de su organización.
Siga el protocolo progresivo de reportes
de su organización hasta que esté
satisfecho de que sus preocupaciones han sido atendidas. Habrán ocasiones
cuando las presiones del negocio comiencen a manchar su buen juicio, recuerde
que lo mejor a seguir es la ruta que
usted conoce es la correcta: La ruta ética.
Traducido al español (Dic. 2012) por: Lilliam Colón Mercado, MSIH
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